miércoles, 28 de agosto de 2024

RESUMEN: DESDE LA SOCIEDAD 1.0 HACIA LA SOCIEDAD 3.0

En este espacio, se comparte un resumen del texto de John W. Moravec que se titula Desde la Sociedad 1.0 hacia la Sociedad 3.0, en el cual se establece un marco conceptual para entender las transformaciones que la globalización, la sociedad del conocimiento y el cambio acelerado están provocando en la sociedad. Para lograrlo, el autor centra el texto en tres paradigmas que son: la Sociedad 1.0, la Sociedad 2.0 y la Sociedad 3.0.

Comenzando con la Sociedad 1.0, el autor comenta que esta hace referencia a la sociedad agraria y posteriormente industrial que prevaleció durante gran parte del siglo XVIII y que se extendió hasta finales del siglo XX. En esta, los niños aprendían y trabajaban en casa, asimismo, tenían una relación intergeneracional con los adultos, por lo que se favorecía el aprendizaje mutuo. Dicho paradigma fomentaba el aprender haciendo.

Con la llegada de la economía industrial, los niños empezaron a desempeñar trabajos precarios, incluso peligrosos, hasta que la sociedad comenzó a preocuparse por su bienestar y dejaron de trabajar. Estos pasaron a formar parte de un mecanismo institucional en el que aprendían de los adultos, hasta que, transcurrido un tiempo, se convertían en jóvenes adultos formados y listos para ser empleados en la economía industrial. En la Sociedad 1.0 se interpretaban datos, lo que conduciría, en un futuro, a la sociedad de la información. 

Respecto al surgimiento de la Sociedad 2.0, este se asocia con la aparición de la Sociedad del Conocimiento, cuya materialización tiene lugar en el siglo XX. El autor señala que, en esta sociedad, la información necesitaba ser interpretada y requería, por lo tanto, de la presencia de trabajadores del conocimiento. Lo anterior favoreció la creación de lo que hoy se conoce como gestión del conocimiento, disciplina que aspiraba a gestionar el caos y la ambigüedad que el conocimiento individual generaba en los sistemas organizativos.

Los avances en las tecnologías de la información y la comunicación facilitaron la amplia producción de significados socialmente construidos. La disponibilidad de diversas herramientas permitió que cualquier persona tuviera la opción de participar en un sinfín de labores de interés ciudadano. Por otra parte, la tecnología ha permitido la aparición de ciudadanos científicos; personas sin formación científica que pueden participar, a cambio de donar un pequeño porcentaje del tiempo de procesamiento de sus ordenadores, en proyectos de diferentes temáticas. Por último, la tecnología también favoreció la democratización de los mercados, además de generar ciudadanos capitalistas que invierten en el mercado global de ideas, talentos, productos y otros tipos de capitales. Esto llevó a una serie de condiciones y limitaciones que obligaron a los individuos a cambiar su forma de pensar y de actuar.

Para la mayoría de las personas, la Sociedad 3.0 es la sociedad del futuro, quizá la de un futuro lejano, sin embargo, para aquellos que lideran el cambio hacia este protoparadigma, se trata de algo muy real. Esta sociedad hace referencia a un mundo que está a la vuelta de la esquina y, al mismo tiempo, que trasciende las vanguardias actuales, está impulsada por tres agentes principales que son el cambio social y tecnológico acelerado; la globalización constante y la redistribución horizontal del conocimiento y de las relaciones; y la sociedad de la innovación impulsada por knowmads.

El autor puntualiza en que el cambio está sucediendo a una velocidad vertiginosa y el ritmo de cambio sigue aumentando; el proceso de evolución tecnológica avanza y se acelera, dando lugar a una curva de cambio acelerado exponencial, no obstante, se prevé que este cambio acelerado afecte la capacidad de los seres humanos para predecir e imaginar el futuro. Este cambio también tiene un impacto en la educación, por eso, los responsables del futuro de los jóvenes deben estar preparados para un porvenir que trasciende nuestra imaginación.

El término knowmad, hace alusión a aquellos trabajadores nómadas del conocimiento y la innovación; un knowmad es alguien creativo, innovador, imaginativo y con la capacidad de trabajar con cualquier persona, en cualquier lugar y en cualquier momento. Este es valorado por su conocimiento personal, lo que le proporciona una ventaja competitiva sobre otros trabajadores. Las tecnologías hacen posible que los trabajadores de este nuevo paradigma puedan efectuar su trabajo ya sea en una ubicación específica, de manera virtual, o combinando ambas opciones. De igual forma, los estudiantes dentro de esta sociedad tendrán que poder aprender, trabajar, jugar y compartir en cualquier contexto. Cabe resaltar que son pocos los indicios que permiten afirmar que la educación está evolucionando hacia el paradigma 3.0.

El autor comparte que existen diecinueve postulados (habilidades) que permiten a la persona convertirse en un knowmad, algunos de estos son: no está limitado a una edad determinada; utiliza la información y genera conocimientos en diferentes contextos; es capaz de crear sentido socialmente construido; utiliza las herramientas para resolver diferentes problemas; aprende a compartir sin límites geográficos; y aprende de manera permanente y para toda la vida. 

La Sociedad 3.0 debe evolucionar hacia formas de aprendizaje que hagan uso de los espacios invisibles para construir conocimiento práctico y valioso a nivel personal y social. También en esta sociedad, el autor comenta que se pide a gritos el resurgimiento del paradigma aprender haciendo, ya que con el aprendizaje y la enseñanza colectiva y entre pares, somos responsables de ayudarnos mutuamente para identificar cuáles son nuestros elementos en el cambio hacia un desarrollo personal y knowmádico. 

El protoparadigma del aprendizaje invisible sustituye la memorización preventiva por un aprendizaje que busca ser significativo para quienes participen en la experiencia educativa, se fomenta, por encima de todo, la aplicación práctica del conocimiento a nuevas formas de resolución de los problemas, más que la repetición mecánica de datos previamente aprendidos, en otras palabras, los estudiantes se convierten en auténticos agentes del conocimiento. 

Por otro lado, el aprendizaje invisible permite que los estudiantes actúen sobre su propio conocimiento, aplicando lo que han aprendido a través de la resolución práctica de problemas, incluidos aquellos que no han sido resueltos previamente. Esto sugiere que las pruebas o evaluaciones han de basarse en los resultados al igual que cuando evaluamos una innovación. Pero las dificultades encontradas para incorporar el aprendizaje invisible en la educación son significativas porque la educación formal está enormemente afianzada. A pesar de que la educación es un elemento clave tanto para el desarrollo del capital humano como para los futuros del desarrollo humano, esta ha sido concebida para cambiar muy lentamente.

El problema está en la emergente presión de una incipiente Sociedad 3.0 que reclama una transformación educativa. Las escuelas tienen que formar a estudiantes capaces de diseñar futuros empleos, industrias y campos del conocimiento. Para poder conseguir que el aprendizaje invisible sea visible se necesita debatir qué futuro queremos crear y aclarar cuáles son nuestras distintas visiones. Por lo tanto, se tiene que ayudar a los jóvenes a estimular su aprendizaje permanente y permitirles aplicar sus conocimientos de forma innovadora.

En este sentido, el autor plantea que innovar no implica necesariamente usar la tecnología, ya que no siempre usamos la tecnología con un propósito bien definido, con lo que es habitual que, en el contexto educativo, escojamos las mejores tecnologías, pero desperdiciemos las oportunidades que nos ofrecen. El aprendizaje invisible aborda la tecnología como una herramienta pragmática, con un uso intencionado cuyo objetivo es mejorar la experiencia humana. Por tal razón, el uso de la tecnología en este paradigma se caracteriza por tener un propósito bien definido; contribuir al desarrollo de nuestro mindware; funcionar como una herramienta social; y evolucionar constantemente.

No se trata solo de utilizar las tecnologías para mejorar el aprendizaje, más bien, el interés está en analizar el propósito para el cual las TIC están siendo usadas y, más importante aún, en reflexionar en qué contextos nos sirven. Derivado de esto, es fundamental el desarrollo de habilidades humanísticas, las cuales llevan a que los jóvenes puedan pensar sistemáticamente; prosperen en medio de cambios, retos e incertidumbres; adquieran y respondan a las metas y desafíos; entiendan y utilicen la información existente; adquieran y evalúen el conocimiento de diversas tendencias globales; entre otras cosas más. No se debe olvidar lo que nos hace humanos, y la manera en que nuestra condición humana es un motor que nos lleva a seguir realizando nuevas exploraciones.



Referencias 

Moravec, J. W. (2011). Desde la sociedad 1.0 hacia la sociedad 3.0. En C. Cobo y J. M. Movarec. (Eds.). Aprendizaje invisible. Hacia una nueva ecología de la educación (pp. 47 – 73). Universitat de Barcelona.


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